Queridas familias:

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Nos convoca a todos una situación de emergencia sanitaria, frente a la cual familias y escuela debemos poner lo mejor de nuestra parte y afrontarla conjuntamente.

En las situaciones difíciles, todos –adultas/os y niñas/niños- necesitamos estar juntos, hablar de lo que nos preocupa y acompañarnos.

Como las niñas y niños no asistirán a clases, la responsabilidad de la educación será en estos días más compartida que nunca. Ese es nuestro desafío.

 En este marco, les acercamos estos cuadernillos con algunas sugerencias de actividades, que son complementarios a los que cada docente les indicará y que cada familia puede llevar a cabo con sus hijas e hijos.

Este tiempo, que les pedimos dediquen a realizar estas propuestas, será de gran importancia, tanto para dar continuidad a los procesos de aprendizaje, como para acompañar amorosamente a las niñas y los niños en un momento complejo. Confiamos en que juntos podremos lograrlo.

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Martes 25 de marzo

Familia: 

Nuestra Escuela Gob. Dr. Amadeo Sabattini, adhiere a la propuesta enviada desde Dirección de Educación y les acerca actividades de contenidos vistos en años anteriores, a modo de repaso y ejercitación.

De seguir con esta cuarentena obligatoria, iremos generando propuestas virtuales para continuar con las clases, mantenernos en contacto y aprovechar el tiempo que no vamos a la Escuela. El mes de Marzo siempre está previsto para el repaso y todavía estamos  a tiempo.

Entre todos nos iremos adecuando a esta situación poco común pero estaremos comunicados a través de la plataforma virtual para continuar con las medidas de prevención impuestas de nuestro Presidente.

Envíenles de nuestra parte un saludo a nuestros queridos alumnos y para ustedes, los Padres, un gran agradecimiento por acompañarnos.

Atte. Srtas. Laura (4°A)  y Rebeca (4°B)

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LENGUA 

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Lee con atención el cuento “El mono desordenado” de Franco Vaccarini.

Al mono Lito no le gustaba tender la cama y menos todavía barrer el cuarto.

Solía decirle a su mamá: “¡Cómo voy a tender la cama si esta noche tengo que acostarme otra vez!” O también: “¡Cómo voy a barrer el cuarto, si todos los días entra polvo!”

Cuando le pedían algo prestado, el mono nunca lo daba. ¡No es que fuera egoísta! No tenía la menor idea de dónde estaban las cosas. Siempre jugaba con lo que tropezaba en el cuarto… ¡qué iba a ponerse a buscar tal o cual autito o tal o cual pelota! ¡Qué sabía él dónde estaban las cosas! ¡Él tenía cosas más importantes que hacer que andar ordenando!

Y cada vez era peor. Un día su mamá mona se enojó:

-Voy a ordenar tu cuarto por última vez. A partir de mañana lo harás tú mismo.

El mono Lito intentó hacer caso, pero enseguida se olvidó. A la semana, el cuarto era una catástrofe. Si intentaba tomar un libro, tres se caían al suelo porque estaban amontonados uno encima de otro. La mamá le recordaba cada mañana:

“Lito, debes ordenar”.

Pero Lito ya estaba corriendo por el bosque, colgado de una liana.

Con el tiempo la hierba crecía sobre el polvo del cuarto. El armario se llenó de ratones. Las arañas habían cubierto todo con sus telas. A tal punto llegó el desorden que un día Lito se perdió en su cuarto. No podía encontrar la puerta. No podía siquiera encender la luz. No podía hacer otra cosa que lamentarse y buscar a ciegas, porque las telas de las arañas se parecían a una niebla pegajosa que le cubrían los ojos. De pronto, se cayó. Comenzó a gritar.

Mamá mona entró al cuarto. ¡Qué visión espantosa! Aquello era una selva de objetos apilados uno encima de otro. El bosque había entrado al cuarto con toda su fuerza: las raíces de los árboles se trepaban por la ventana, y hasta crecían pequeños arbolitos en los lugares más insólitos: detrás del espejo, arriba de los estantes.

La mamá lo encontró caído en el pozo de un hormiguero. Las hormigas, enojadas, lo picaban. Claro… ¡creían que esa era su casa!

Rescatado al fin por mamá mona, con el cuerpo dolorido por las picaduras…por primera vez pensó de verdad en la conveniencia de ordenar su cuarto. Fue difícil al principio: ¡le llevó muchas horas poner cada cosa en su lugar! Al fin, el cuarto quedó muy bonito y alegre y Lito ya no se perdió nunca más. Y algo más importante: descubrió que ser ordenando hacía que su vida y la de su familia fuera una monada de felicidad.

AHORA A TRABAJAR:

1) Cuenta con tus palabras el cuento a un adulto.

2) Ordena la secuencia escribiendo los números del 1 al 8 según aparece en el cuento escrito por el autor. Si es necesario vuelve a leer el cuento.

∗ Días después, estaba tan desordenado que parecía una selva. ___

∗ Pero él nunca le hacía caso. ___

∗ Luego de ordenar su cuarto Lito no se perdió nunca más. ___

∗ La mamá encontró a Lito en el pozo de un hormiguero. ___

∗ Lito era un monito muy desordenado. ___

∗ Un día, la mamá le advirtió que le ordenaba la habitación por última vez. ___

∗ El mono se perdió entre las telas de arañas de su cuarto. ___

∗ Mamá mona siempre le pedía que ordenara su habitación. ___

3) Responde en forma completa:

• ¿Por qué razón Lito nunca quería ordenar su cuarto?

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• ¿Por qué mamá mona se enojó mucho?

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• ¿Cuándo se dio cuenta Lito que era preferible ordenar su cuarto?

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4) Escribe una carta en la que el mono Lito le cuenta a un amigo los hábitos que ha cambiado y por qué.